Vianello perdió su invicto ante Rice tras extrañísimo final: el árbitro inventa un cabezazo, la comisión se inventa norma de repetición
Daniel Pi
@BastionBoxeo
Turning Stone Resort & Casino, Verona, Estados Unidos. Peso pesado.
El enfrentamiento entre el olímpico italiano Guido “The Gladiator” Vianello 10(9KO)-1(1) y el estadounidense Jonathan Rice 16(11KO)-6(2)-1 tuvo uno de los más extraños desenlaces que se han podido ver en los últimos años en peleas del peso pesado televisadas. Y es que tras establecer Vianello un sencillo pero eficaz dominio durante cinco de los diez rounds, una mano aislada le provocó un corte que llevó al KOT en el séptimo asalto, pero no sin antes dejar una muestra de doble corrupción.
Quizás la mejor opción de triunfo para Rice pasaba por intentar buscar un contragolpe decisivo, pero éste no logró encontrarlo durante la primera mitad. Es más, Rice tenía dificultades para apretar el gatillo, siendo alcanzado por el jab de un Vianello con menos alcance pero mejor timing y que se mostraba mucho más activo de manos y pies. Así, con jabs y pasos atrás o arremetiendo hasta acabar en un clinch, el italiano fue generando complicaciones tácticas, anotándose asaltos y acumulando confianza para llegar con cruzados zurdos y directos diestros.
Si no era capaz de encontrar la forma de contragolpear a su oponente, Rice necesitaba aumentar su cadencia de puños, pero no lo hizo, siendo objetivo continuado de los jabs arriba y abajo de Vianello y de sus escasos golpes de poder, yendo siempre un paso por detrás (tanto metafórica como literalmente) estando demasiado preocupado por defenderse. Por lo tanto, si bien “The Gladiator” no estaba ofreciendo un repertorio extraordinario precisamente, su victoria estaba siendo muy amplia.
Sin embargo, en el sexto asalto Rice, apoyándose en su pegada con puños aislados y en su imprevisibilidad sacó de la nada un tremendo derechazo que provocó un terrible corte a lo largo de todo el párpado izquierdo de Vianello. Aunque la esquina intentó atajar la brecha en el descanso, nada se podía hacer, y la pelea se debería haber parado inmediatamente. Con todo, el árbitro Benjy Esteves Jr., que no quería que el invicto púgil de la promotora sufriese su primera derrota, increíblemente le dejó salir al séptimo asalto. Aun así el corte era tan grave que el tercer hombre tuvo que llevar pronto al púgil con el médico, que inmediatamente paró el duelo. Pero en lugar de llegarse al KOT, quedaba un sorprendente show por delante antes del final.
Primero, el árbitro directamente se inventó un cabezazo intentando a la desesperada ir a las cartulinas y que Vianello no perdiese su récord invicto. Esta era una de las peores muestras de corrupción de la historia reciente, si bien se pudo contener con una solución corrupta: aunque no existe la norma de la repetición en la Oneida Indian Nation Athletic Commission que supervisaba la pugna y no se aplicó en otros combates previos de la velada, se inventó la norma sobre la marcha, haciéndose que el árbitro bajase del cuadrilátero y quedase arrinconado al volver a ver el clarísimo puño que provocó el corte.
Finalmente el resultado fue KOT, pero absolutamente nadie quedó satisfecho con lo ocurrido. Para algunos Rice recibió demasiado premio por una actuación mala más allá del puño que provocó la brecha, considerando estos, lógicamente, que no se pueden crear normas nuevas sobre el ring para cambiar decisiones de los árbitros; para otros, aunque se hizo justicia, sienten que la intención del árbitro de robar descaradamente una victoria inventándose un cabezazo es otra horrible mancha más en el boxeo; y para otros el final del duelo fue un completo despropósito que creó polémica innecesariamente y que fue un pésimo sello a un combate entre dos boxeadores con muchas brechas.
Controversia aparte, Rice se hace con una victoria que es su tercer triunfo importante seguido y que le garantizará una nueva buena oportunidad, si bien su boxeo hasta el sexto round fue muy ineficaz y es afortunado por haber escapado con la victoria. Mientras, Vianello sufrió un primer tropiezo en una actuación mejor que varias de las anteriores y tras dominar una mitad, aunque mostró un boxeo demasiado simple y volvió a cortarse con facilidad en un descuido aislado.
Vianello suffered first loss against Rice after a very strange ending: the referee made-up a headbutt, the commission made-up a replay rule
Daniel Pi
@BastionBoxing
Turning Stone Resort & Casino, Verona, United States. Heavyweight.
The fight between Italian Olympian Guido «The Gladiator» Vianello 10(9KO)-1(1) and American Jonathan Rice 16(11KO)-6(2)-1 had one of the strangest ends that has been seen in the last few years in televised heavyweight bouts. After Vianello established a simple but effective dominance during five of the ten rounds, an isolated hand cut him and led to the TKO in the seventh round, but not before a sample of double corruption by the ring officials.
Perhaps Rice’s best chance of winning was trying to seek a decisive counterpunch, but he couldn’t find it during the first half. What’s more, Rice had problems pulling the trigger and he was constantly hit by jabs, since Vianello has less range but better timing and was much more active with his hands and feet. Thus, with jabs followed by steps back or attacking until ending up in a clinch, the Italian was generating tactical difficulties, winning rounds and accumulating enough confidence to throw some left hooks and right hands.
If he couldn’t find a way to counterpunch his opponent, Rice needed to increase his work rate, but he didn’t, and he was the target of Vianello’s jabs up and down and a few power shots, always going one step from behind (both metaphorically and literally) by being overly concerned with defense. Therefore, although «The Gladiator» was not exactly offering an extraordinary performance, his victory was being very wide.
However, in the sixth round, Rice, relying on his one-punch power and unpredictability, unleashed a tremendous right hand out of nowhere that caused a terrible gash across Vianello’s left eyelid. Although the corner tried to work the cut, nothing could be done, and the fight should have been stopped immediately. Still, referee Benjy Esteves Jr., not wanting the company’s undefeated fighter to suffer his first loss, unbelievably let him fight in the seventh round. Even so, the cut was so serious that soon he had to take the fighter to the doctor, who immediately stopped the bout. The result should have been a TKO, and it was eventually, but there was an amazing show before the right result was called.
First, the referee made-up a headbutt desperately trying to go to the scorecards and prevent Vianello from losing his unbeaten record. This was one of the worst examples of corruption in recent history, although it was contained with a corrupt solution: although there is no replay rule in the Oneida Indian Nation Athletic Commission that supervised the fight and it was not applied in other fights of the evening, the rule was invented on the fly, so the referee was forced to get out of the ring and was cornered when he saw again the very clear punch that caused the cut.
Finally the result was a TKO, but absolutely no one was satisfied with what happened. For some Rice received too much prize for a bad performance beyond the hand that caused the cut, considering these, logically, that new rules cannot be created on the ring to change the decisions of the referees; for others, although justice was served, they feel that the referee’s attempt to brazenly rob a win by inventing a headbutt is yet another horrible stain on boxing; and for others the end of the fight was a complete nonsense that created controversy unnecessarily and that was a terrible seal to a fight between two boxers with many flaws.
Controversy aside, Rice scored a win that is his third major victory in a row and that will guarantee him another good opportunity, although his boxing until the sixth round was very ineffective and he was fortunate to leave the ring with his arm raised. Meanwhile, Vianello suffered a first setback in a better performance than several of his previous ones and after dominating a half, although he showed a boxing too simple and was easily cut again in an isolated oversight.