Los boxeadores rusos regresan al ranking WBA. El WBC en una posición moral cada vez peor
Daniel Pi
@BastionBoxeo
Aunque durante años la WBA ha sido la oveja negra entre los abyectos organismos mundiales, en los últimos tiempos la situación está empezando a cambiar y la organización dirigida por Gilberto Mendoza Jr., pese a sus múltiples decisiones cuestionables, parece estar siguiendo un camino mucho menos reprochable que el WBC. Y es que mientras el Consejo encadena decisiones controvertidas una tras otra y declaraciones repulsivas día tras día, la WBA poco a poco va reparando sus errores.
En este sentido, se debe destacar por un lado que la WBA, que en algunos momentos tuvo bastante más de una treintena de “campeones mundiales” a un mismo tiempo debido a sus cinturones secundarios, está en proceso de deshacerse de ellos y ya sólo le quedan seis titulares regulares (dos podrían desaparecer pronto), algo que parecía impensable hace unos años. En cuanto al WBC, éste ha aumentado sus “campeones” y, más allá de la horrible idea del campeón franquicia y sus consecuencias, ahora mismo tiene cuatro titulares interinos y el sábado se “coronará” a un quinto. Eso por no hablar de la “división” del peso puente.
Por otro lado, a la vez que el WBC se ha dedicado a perdonar a dopados y ha hablado sobre ranquear a youtubers, sigue en sus trece respecto a no permitir a los boxeadores rusos aparecer en las listas mundiales, lo que, más allá de ser una estupidez, constituye un delito de discriminación según la legislación de muchos países. Esto contrasta nuevamente con la actitud de la WBA, que en su último ranking ha incluido ya los nombres de siete boxeadores rusos.
Junto al peso pesado Arslanbek Makhmudov, que nunca ha dejado de estar clasificado por residir en Canadá, el peso wélter Radzhab Butaev, que vive en Estados Unidos, y el peso crucero Aleksei Egorov, que tenía un status especial por lo sucedido con un mundial cancelado a última hora, ahora han aparecido en el ranking cuatro boxeadores que viven en Rusia y que han desarrollado toda sus carreras en el país como los pesos cruceros Evgeny Tishchenko y Aleksei Papin, el peso superwélter Magomed Kurbanov y el peso ligero Albert Batyrgaziev.
Si bien la situación todavía no está totalmente normalizada en el organismo, es de suponer que en próximas actualizaciones bastantes púgiles rusos de élite aparecerán en las listas, especialmente cuando los promotores de Rusia se den cuenta que por la vía WBA se ha abierto una ventana y empiecen a pagar por sus cinturones menores. Así, la Asociación sigue dando pequeños pasos hacia la redención (pese a horrendas decisiones, como su visto bueno al mundial Puello-Romero) y parece estar dejando atrás a cierta distancia al WBC, que sigue hablando de justicia, igualdad, comprensión e integridad pero que cada día representa con más claridad justo lo contrario de lo que pregona.
Russian boxers return to the WBA ranking. The WBC in an increasingly worse moral position
Daniel Pi
@BastionBoxing
Although for years the WBA has been the black sheep among the abject sanctioning bodies, in recent times the situation is beginning to change and the organization led by Gilberto Mendoza Jr., despite its many questionable decisions, seems to be following a much less reprehensible path than the WBC. While the World Boxing Council strings controversial decisions one to another and repulsive statements day after day, the WBA little by little is repairing its mistakes.
In this sense, it should be noted on the one hand that the WBA, which in the past had well over thirty «world champions» at the same time due to its secondary belts, is in the process of getting rid of them. So much so that now only six regular beltholders remain (two could disappear soon), something that seemed unthinkable a few years ago. As for the WBC, it has increased its “champions” and, beyond the horrible idea of the franchise champion and its consequences, right now it has four interim titleholders and a fifth will be “crowned” on Saturday. That’s not to mention the bridgerweight “division”.
On the other hand, while the WBC has exonerated dopers and has talked about ranking youtubers, it remains unwilling to allow Russian boxers to appear on its world lists, which, beyond being stupid, constitutes a crime of discrimination under the laws of many countries. This contrasts again with the attitude of the WBA, which in its latest ranking has already included the names of seven Russian boxers.
Along with heavyweight Arslanbek Makhmudov, who has never stopped being ranked due to living in Canada, welterweight Radzhab Butaev, who lives in the United States, and cruiserweight Aleksei Egorov, who had a special status due to what happened with a canceled world title fight at the last minute, four boxers who live in Russia and who have developed their entire careers in the country have now appeared in the ranking: cruiserweights Evgeny Tishchenko and Aleksei Papin, super welterweight Magomed Kurbanov and lightweight Albert Batyrgaziev.
Although the situation is still not fully normalized in the organization, it is to be assumed that in future updates many elite Russian boxers will appear on the lists, especially when Russian promoters realize that a window has been opened through the WBA and start paying for their minor belts. Thus, the Association continues to take small steps towards redemption (despite horrendous decisions, such as its approval of the Puello-Romero title fight) and seems to be leaving the WBC behind at some distance, since Mauricio Sulaiman’s organization continues to talk about justice, equality, understanding and integrity but every day more clearly represents just the opposite of what it preaches.