Cara a cara entre Michel Rivera y Frank Martin tras el pesaje

La sanción por dopaje contra Michel Rivera es otra broma de mal gusto que invita a las trampas. El dopaje sale casi gratis

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Daniel Pi
@BastionBoxeo

Semanas atrás ya se filtró cuál iba a ser la sanción para el dominicano Michel Rivera (lo que muestra la poca seriedad que tienen las comisiones en el manejo de la información), pero hace unos días se confirmó definitivamente por parte de la comisión del estado de Nevada. El “castigo” fue acogido con entusiasmo por algunos en un gesto de verdadera inocencia o ignorancia, puesto que la laxitud de la sanción es tan terrible que sólo fue otro varapalo más (el enésimo ya en los últimos años) en la lucha contra el dopaje.

Aunque dio positivo por dos sustancias diferentes, ambos diuréticos que además pueden ser utilizados para enmascarar esteroides, la comisión decidió sancionarle con sólo seis meses con carácter retroactivo. Es decir, se aceptó una petición para que ni siquiera se le castigase con los nueve meses que son costumbre en la comisión de Nevada. Esto significa que podrá regresar al ring en junio, puesto que el positivo se produjo en diciembre.

Por otro lado, respecto a la sanción económica, en teoría se le debería haber restado el 50% de su bolsa, que según se afirma estuvo en torno a los 200.000 dólares, pero finalmente la comisión decidió rebajar el castigo hasta sólo 10.000 dólares. Dicho de otro modo, el dopaje a Rivera le salió perfectamente a cuenta económica y organizativamente hablando (aunque ni aun así logró derrotar a Frank Martin) como a cualquier otro tramposo al que no le importe en absoluto la salud de su contrincante.

Esto envía un mensaje atroz de cara a los dopados y a los boxeadores que dudan respecto a doparse, puesto que simplemente deja claro una vez más que no hay castigo real para tales trampas en el pugilismo profesional.

Haciendo un resumen rápido, si un boxeador pelea en diciembre, puede doparse libremente durante los otros once meses del año, ya que nadie le va a hacer tests sorpresa (el programa de boxeo limpio WBC es un fraude) si no se han pactado tests VADA en el contrato de la pelea. Si se han pactado, podrá doparse 9 meses del año y dejar limpios los dos o tres finales. Finalmente, si lo atrapan, algo que es improbable, quizás ni le pongan sanción (como a Benn, Vargas, Martínez, etc.), y si le “castigan” esto no variará en nada su carrera: la mayoría de boxeadores del top 15 pelean una o dos veces al año (si quiere, en esta temporada Rivera podrá combatir perfectamente en junio y noviembre, por ejemplo) y sólo tendrá que pagar una propina respecto a sus ingresos.

Esto es simplemente una barbaridad, y por más que se insista en el peligro que supone el dopaje en el boxeo ni mucho menos cambia la actitud de muchos: los medios siguen buscando excusas para los tramposos de forma repulsiva, las comisiones, organizaciones y promotores miran para otro lado (cuando no participan directamente), ciertos fans siguen guerreando con todas sus fuerzas para defender a tramposos, boxeadores de 50 años muestran físicos superiores a cuando tenían 25 años, veteranos castigados hasta casi la ruptura total renacen de las cenizas enviando a dormir con una sola mano a púgiles en plenitud, boxeadores mediocres de repente se convierten en bestias imparables, etc.


Cara a cara entre Michel Rivera y Frank Martin tras el pesaje

The doping suspension against Michel Rivera is another bad joke that invites cheating. Doping is almost free

Daniel Pi
@BastionBoxing

Weeks ago, it was already leaked what the suspension for Dominican Michel Rivera was going to be (which shows the lack of seriousness that the commissions have in the management of information), but a few days ago it was definitively confirmed by the Nevada State Athletic Commission. The «punishment» was welcomed with enthusiasm by some, which shows their innocence or ignorance, since the laxity of the suspension is so terrible that it was just another setback (the umpteenth in recent years) in the fight against doping.

Although he tested positive for two different substances, both diuretics that can also be used to mask steroids, the commission decided to sanction him with only six months retroactively. That is to say, a request was accepted so that he would not even be punished with the nine months that are customary in the Nevada commission. This means that he will be able to return to the ring in June, since the positive took place in December.

On the other hand, with respect to the economic sanction, in theory he should have lost the 50% of his purse, which according to some rumors was around 200,000 dollars, but finally the commission decided to reduce the punishment to only 10,000 dollars. In other words, Rivera’s doping worked out perfectly financially and organizationally speaking (although he couldn’t defeat Frank Martin) like for any other cheater who doesn’t care at all about his opponent’s health.

This sends a terrible message to dopers and boxers who are hesitant about doping, as it simply makes it clear once again that there is no real punishment for such cheating in professional boxing.

Making a quick summary, if a boxer fights in December, he can dope freely during the other eleven months of the year, since nobody is going to do a surprise test (the WBC Clean Boxing Program is a fraud) if VADA tests have not been agreed in the fight contract. If there is VADA testing, he will be able to dope 9 months of the year and stop during the final two or three. Finally, if he is caught, which is unlikely, he may not even be punished (like Benn, Vargas, Martinez, etc.), and if he is “punished” this will not change his career at all: most top 15 boxers fight once or twice a year (if he wants, this season Rivera will be able to fight perfectly in June and November, for example) and he will only have to pay a tip regarding his income.

This is simply outrageous, and no matter how much the danger posed by doping in boxing is insisted on, it does not change the attitude of many: the media continues to look for excuses for cheaters in a repulsive way, commissions, organizations and promoters turn a blind eye (when they do not participate directly), certain fans continue to fight with all their might to defend cheaters, 50-year-old boxers show physiques superior to when they were 25, veterans terribly punished during long careers are reborn from the ashes sending to sleep with one hand fighters in their peak, mediocre boxers suddenly become unstoppable beasts, etc.