Hayato Tsutsumi

El muy prometedor japonés Hayato Tsutsumi derrotó al exretador mundial Jeo Santísima en su tercera pelea profesional

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Daniel Pi
@BastionBoxeo

Korakuen Hall, Tokio, Japón. Peso pluma.

Hay poquísimos boxeadores que debuten a ocho asaltos, y muchos menos que en su tercer combate afronten un campeonato continental a doce asaltos ante un exaspirante mundial. Sin embargo, el peso pluma japonés Hayato Tsutsumi 3(0KO)-0 es un boxeador excepcional, lo que demostró derrotando claramente al filipino Jeo Santísima 22(19KO)-6(2) para proclamarse campeón OPBF. El triunfo unánime de Tsutsumi tuvo cartulinas de lógico 118-110 y excesivos 120-108 y 119-109.

El dominio de las acciones de Tsutsumi se basó en su control de la distancia, en su precisión y en su astucia. Manteniéndose en la distancia larga, calmadamente dio los pasos necesarios para poder llegar con su afilado jab y con oportunos directos diestros o ganchos de mano adelantada a la vez que mantenía fuera de alcance a Santísima. Eventualmente, el bravo filipino lanzó una agresiva ofensiva arrojándose hacia adelante, pero Tsutsumi neutralizó el peligro con sus movimientos o sacó excelentes contragolpes con curvos de mano adelantada arriba o abajo, logrando dañar con un hook zurdo al hígado a Santísima en el tercer round.

Con sus contras al cuerpo, el local redujo algo la explosividad de Santísima, lo que le permitió escoger con todavía más eficacia sus jabs, cruzados diestros y otros puños. De todos modos, el visitante no se rindió e intentó buscar la forma de generar trabajo con sus ganchos, logrando en el sexto asalto llegar con golpes de poder en hook consecutivos en la distancia corta y media-corta. Aun así, esto sólo fue un éxito puntual y, en general, los resultados de Santísima fueron insuficientes ante el control de los espacios, la habilidad táctica y la gran selección de golpes de Tsutsumi.

Lejos de permitirse nuevos descuidos, Tsutsumi se mantuvo sólido en su inteligente boxeo e incluso aprovechó los momentos de duda de Santísima para ser más incisivo con sus manos. De hecho, cuando en el noveno y el décimo asalto el exaspirante mundial quemó sus últimos cartuchos presionando y llegó con algún peligroso gancho, Tsutsumi se desplazó con orden o se hizo respetar con sensacionales golpes al torso en intercambios. Además, en el undécimo episodio castigó con buenos uppercuts y cruzados y en el último asalto dejó tocado a Santísima con veloces e insistentes ganchos a la cabeza.

Indudablemente, Tsutsumi todavía tiene cosas que aprender y ajustar, como no podía ser de otro modo teniendo sólo tres combates profesionales. Pero la madurez, solidez y efectividad que demuestra con tan poco bagaje y sólo 23 años de edad, parecen prometer que en un futuro no muy lejano le veremos peleando contra rivales de la cumbre de la división.


Hayato Tsutsumi

Japanese standout prospect Hayato Tsutsumi defeated former world challenger Jeo Santísima in his third professional bout

Daniel Pi
@BastionBoxing

Korakuen Hall, Tokyo, Japan. Featherweight.

There are very few boxers who debut in an eight-rounder, let alone facing a twelve-round continental championship against a former world title challenger in their third bout. However, Japanese featherweight Hayato Tsutsumi 3(0KO)-0 is an exceptional boxer, which he demonstrated by clearly defeating Filipino Jeo Santísima 22(19KO)-6(2) to become OPBF champion. Tsutsumi’s unanimous decision victory had a logical card of 118-110 and too wide scores of 120-108 and 119-109.

Tsutsumi’s dominance was based on his control of the space, his precision, and his cunning. Boxing at long distance, he calmly took the necessary steps to land his sharp jab and well-timed right hands or lead hooks while keeping Santisima out of reach. Eventually, the brave Filipino lunged aggressively, but Tsutsumi neutralized the danger with his movements or connected excellent counterpunches with lead hooks up or down, managing to damage Santísima with a left hook to the liver in the third round.

With body shot counterpunches, the local reduced Santísima’s explosiveness somewhat, which allowed him to choose his jabs, right overhands and other punches with even more efficiency. In any case, the visitor did not give up and tried to find a way to generate work with his hooks, and in the sixth round he managed to land consecutive power shots in hook at short and medium-short distance. Even so, this was only an sporadic success and, in general, Santísima’s positive results were insufficient given Tsutsumi’s ring generalship, tactical ability and great punch selection.

Far from allowing himself to be overconfident again, Tsutsumi remained solid in his intelligent boxing and even took advantage of Santísima’s moments of hesitation to be more incisive with his hands. In fact, when in the ninth and tenth rounds the former title challenger did a last great effort pressing and connected dangerous hooks, Tsutsumi moved while keeping composure or held his ground with sensational body shots in exchanges. In addition, in the eleventh round he punished his opponent with good uppercuts and hooks and in the last round he hurt Santísima with fast and insistent hooks to the head.

Undoubtedly, Tsutsumi still has things to learn and adjust, as it couldn’t be otherwise having only three professional bouts. But the maturity, solidity and effectiveness that he shows with so little experience and with only 23 years of age, seem to suggest that in the not too distant future we will see him fighting against top opponents.