Naoya Inoue hizo parecer fácil su abrumadora victoria sobre el campeón unificado supergallo Stephen Fulton
Daniel Pi
@BastionBoxeo
Ariake Arena, Tokio, Japón. Campeonato unificado WBC-WBO del peso supergallo.
Durante semanas, la actitud de muchos expertos estadounidenses sobre el choque Naoya Inoue 25(22KO)-0 vs. Stephen Fulton 21(8KO)-1(1) resultó absolutamente sorprendente. Y es que, dejándose llevar simplemente por prejuicios y sesgos y abandonando cualquier análisis racional, señalaron que Inoue corría un enorme riesgo de ser anulado y derrotado por la destreza, la astucia o la fuerza de Fulton, como si el japonés no tuviese una habilidad fuera de lo común, una inteligencia de ring extraordinaria y una fortaleza incuestionable…
En fin, sobre el cuadrilátero, los pronósticos que consideraban que Inoue iba a ser llevado al límite de sus cualidades y quizás finalmente superado (o que evitaría la derrota sólo con una decisión localista), terminaron resultando completamente absurdos: “Monster” Inoue controló de principio a fin la pelea, se mostró boxística y tácticamente muy superior, ganó todos los asaltos con evidente claridad y, por último, derribó y destruyó a Fulton por KOT en el octavo asalto. Todo esto dejó muy clara la diferencia entre un campeón unificado con virtudes y brechas, y con alguna ayuda de los jueces (en su combate contra Brandon Figueroa), y un grande de todos los tiempos.
La pugna empezó táctica, pero los velocísimos y muy precisos jabs de Inoue ya golpearon con dureza y amedrentaron un tanto a Fulton en el primer asalto. Tanto fue así, que en el segundo round el local empezó a sacar combinaciones que Fulton ni siquiera se atrevió a intentar contragolpear. Sólo eventualmente el estadounidense arrojó algún intento de confraofensiva que sólo hizo que tocar el aire por las esquivas de Inoue.
El control de las acciones del futuro miembro del Salón de la Fama se volvió total, y cuando en el tercer asalto Fulton intentó avanzar para tratar de cambiar la tónica del combate, Inoue le aguijoneó con jabs, le contragolpeó y arrojó contraofensivas con uppercuts arriba y hooks abajo que afianzaron todavía más su superioridad. De todos modos, Inoue tenía más boxeo aún que enseñar, y en el cuarto y quinto asalto conectó golpes entrando y saliendo mostrando una absoluta maestría boxística.
Tanto en momentos del quinto como del séptimo episodio, Fulton encontró huecos para algunos golpes de poder, pero fue inmediatamente replicado por los contundentes puños de su contrincante que, pese a lo que creían algunos, incluso en corta era más eficaz. Tras hacer estallar contra su adversario algunos dos-uno y estremecer a Fulton con ganchos zurdos y directos, en el séptimo asalto el japonés se precipitó un tanto al lanzar sus ofensivas, aunque aun así el visitante pareció dañado en un cierto momento. Perfectamente pudo ser así, ya que en el octavo asalto todo terminó.
Un jab abajo creó un hueco para que Inoue lanzase inmediatamente después un temible derechazo que dañó seriamente a Fulton, que incluso tocó con los guantes la lona antes de que un hook de izquierda le derrumbase. Finalmente, en la reanudación, directos y hooks de izquierda de Inoue hicieron que Fulton fuese vapuleado en una esquina y que el árbitro tuviese que decretar el KOT.
Ahora Inoue pretende capturar los cinturones WBA e IBF que posee Marlon Tapales y convertirse en campeón indiscutido del peso supergallo, pelea en la que el púgil nipón sin duda partiría como favorito.
En cualquier caso, la gran pregunta que se debe plantear a continuación es si, después de haber ascendido de división y haber hecho parecer fácil su abrumadora victoria sobre un invicto campeón estadounidense y de sumar este logro a su perfecta carrera precedente, Inoue no merece ya ser considerado sin lugar a duda el número 1 libra por libra de la actualidad… si bien todos sabemos que los sesgos de cierto influyente sector de analistas les harán desechar esa idea y que estos otorgarán tal posición, sin ni siquiera pensar, al ganador del Spence-Crawford.
Naoya Inoue made his overwhelming victory over unified super bantamweight champion Stephen Fulton look easy
Daniel Pi
@BastionBoxing
Ariake Arena, Tokyo, Japan. At stake the unified WBC-WBO super bantamweight belts.
For weeks, the attitude of many American experts regarding the Naoya Inoue 25(22KO)-0 vs. Stephen Fulton 21(8KO)-1(1) fight was absolutely surprising. Showing their prejudices and biases, and abandoning any rational analysis, they pointed out that Inoue had a huge risk of being neutralized and defeated by Fulton’s skill, cunning or strength, as if the Japanese boxer did not have extraordinary ability and ring intelligence as well as unquestionable strength…
On the ring, the predictions stating that Inoue was going to be pushed to the limit of his qualities and perhaps defeated (or that he would avoid a loss only with a corrupt decision), ended up being completely absurd: «Monster» Inoue controlled the fight from start to finish, was very superior from a tactical point of view, won every round with obvious clarity and, finally, knocked down and destroyed Fulton by eighth round TKO. All this made very clear the difference between a unified champion with virtues and flaws, and some help from the judges (in his fight against Brandon Figueroa), and an all-time great.
The bout started tactical, but Inoue’s lightning-fast and precise jabs landed hard and made Fulton doubt somewhat in the first round. So much so, that in the second round the local boxer began to throw combinations that Fulton didn’t even dare to try to counterpunch. Only eventually did the American launch some counteroffensive attempt that just touched the air due to Inoue’s dodges.
The control of the actions by the future Hall of Famer became total, and when Fulton tried to move forward in the third round seeking to change the trend of the fight, Inoue hammered him with jabs, counterpunched him and threw counterattacks with uppercuts upstairs and hooks downstairs that further entrenched his superiority. Still, Inoue had even more boxing to show, and in the fourth and fifth rounds he landed punches going in and out demonstrating his boxing mastery.
In both the fifth and seventh rounds, Fulton found openings for some power shots, but was immediately answered by his opponent’s hard-punches. In fact, Inoue, despite what some believed before the match, was more effective than the American even at close range. After staggering his opponent with some two-one combinations and rocking Fulton with left hooks and straight hands, in the seventh round the Japanese was a bit too hasty in his attacks, although the visitor still looked damaged at one point. It could perfectly have been so, since in the eighth round the fight ended.
A jab to the body created an opening for Inoue to immediately connect a fearsome right hand that seriously hurt Fulton, who even touched the canvas with his gloves before a left hook dropped him hard. Finally, after the restart, straight hands and left hooks from Inoue pummeled Fulton in a corner and the referee had to stop the bout.
Now Inoue intends to capture the WBA and IBF belts held by Marlon Tapales and become undisputed super bantamweight champion, a potential fight in which the Japanese boxer would undoubtedly be the favorite to win.
In any case, the big question to ask next is whether, having moved up in weight to score an overwhelming win over an undefeated American champion (and making it look easy), and adding this achievement to his previous perfect career, Inoue doesn’t deserve to be considered without a doubt the current pound for pound number 1 boxer… although we all know that the biases of a certain influential sector of analysts will make them dismiss that idea and that they will award such a position, without even thinking, to the winner of the Spence-Crawford fight.